He cogido ritmo, y eso que la disciplina nunca ha sido algo fácil para mí. Al menos, la disciplina que carece de estar asociada a mi objetivo principal, o, mi interés favorito. Siempre es más fácil ir a entrenar o estar pendiente de otra persona cuando estás motivado. Hoy quiero hablarte de la fascinación, y precisamente como ella es una gran herramienta para liderar equipos creativos. Creativos cómo, por ejemplo, equipos que crean empresas, productos o diseños.
La motivación es una herramienta poderosísima. Hoy no la tengo, pero tengo el objetivo de escribir mi libro, por lo que cada palabra, tiempo dedicado y aprendizaje es un pasito más hacia ese objetivo. De ahí saco las fuerzas para escribirte.
La fascinación marcó mi carrera. La marcó el día que vi la película “La Red Social”, y con ella despertarse en mí una emoción, lo suficientemente fuerte como para acompañarte durante años, guiándome hacia algún lugar. Ese lugar o intención de buscar, trabajar en una startup, donde alimentar esa fascinación de crear empresas que cambien el mundo.
La fascinación tiene la capacidad de captar toda nuestra atención, y con ella, potenciar todos nuestros sentidos. Parar el tiempo.
Esta fascinación puede venir por múltiples espacios: la belleza, el miedo, lo sublime, o cualquiera estimulo que nos parezca extraordinario.
Salvador Dalí, por ejemplo, hablaba de la importancia de la fascinación en el arte, en general, sugiriendo que una de las funciones de la misma es provocar una respuesta emocional intensa en el espectador. Por cierto, muy oportuna esta semana, al menos para este texto. La semana del arte en Madrid. Me gustaría decirte que, lamentablemente, no vi nada que me cautivara o me generara esa fascinación. Lo que no significa que la busque o que esta parezca que solo se encuentra en el arte.
Por otro lado, Mihaly Csikszentmihalyi, un reconocido psicólogo, escritor y profesor húngaro-estadounidense, conocido principalmente por su trabajo en el campo de la psicología positiva y la teoría del “flujo” también nos puede enseñar sobre la magia de la fascinación.
Y aquí me adentro en la potencia que tiene para mí ser permeable a esta emoción. Buscarla, dejar que se desarrolle, y, usarla como ancla con la que entrar en ese estado de flujo es poderosísimo. (Asumiendo que esta emoción tiene la capacidad de parar el tiempo en seco). Al experimentarla, se van a querer salid nuestros globos oculares, se van a potenciar nuestra capacidad de escucha, y, en general, nuestros sentidos.
Te animo a vivir sin privarte de ser fascinado, que no impresionable.
Lo que he identificado como mi “criptonita”, siendo ella la que me aleja de lo que te estoy contando, es, por ejemplo, vivir sumido en la rutina. Volver por el mismo camino cada día, regentando los mismos bares. Sobrecargarme de información, acabar hastiado de estímulos. Entrar a Twiiter, ver un video fuerte, seguir haciendo scroll, ver una bomba, y al rato, algo horrible sobre la política de nuestro país (normalizarlo). Envenenar nuestro cuerpo con cortisol, estrés, la misma mierda de siempre ¿Se dice así? En resumidas cuentas, no tener estímulos creativos.
¿Sabes el efecto del coche rojo? ¿Te has comprado un coche últimamente? Pasa lo mismo con los embarazos, basta que tengas uno cerca, incluso tú misma, para que solo veas embarazadas. Lo mismo ocurre con los coches, yo ahora, más que nunca veo Jeeps negros. La realidad es que siempre han estado ahí, pero ahora mi atención está dirigida.
Para combatirlo, y, aprovechar esa capacidad de fascinarnos e incluso maravillarnos, hacen falta hacer cosas sencillas. No vueltas siempre por el mismo camino a casa, dedica menos tiempo a las redes sociales (rechaza los contenidos que nos convierten en producto, y con ellos no dejes que especulen con tu atención). También ayuda practicar deporte, pasar tiempo con amigos. Siento recordarte que eres con quien compartes tu tiempo. Si tus amistades no alimentan esa forma de vivir, de estar atento a la belleza, a los eventos que cambian el rumbo de las cosas, estarás viviendo sin fascinarte.
En otra ocasión hablaremos de la motivación y de la disciplina. Hoy quiero decirte que me fascinan las personas, por lo tanto, amo esa sensación de conocer gente nueva. Me absorben, absorbe toda mi atención. Necesito entender mejor, y gracias a esto hacer mejores preguntas. Me encanta escuchar, me encanta fascinarme encontrando negocios increíbles, con los que, con la atención fijada lo suficiente en ellos, poder aprender, aprender todo de ellos. Cuidado con solo vivir de pasada, eso puede acabar haciéndote llegar tarde, anestesiado, sin curiosidad.
Si lideras equipos, entrena la capacidad de fascinarte, de trasladarle eso a tus personas. Ponlos a soñar, recuérdales tu visión, repite por qué existe o por qué trabajan cada día. Como decía Victor Küppers, vive enchufado.
Que importante fascinarse y ser curioso. Es una cualidad que la asociaba a ser diseñador pero veo que va más con la persona. La última parte me ha recordado a este vídeo. Un oasis audiovisual en un mundo caótico. Te pega muchísimo el rollo además. https://www.youtube.com/watch?v=xMFtuyUSwiM&t=48s
Gracias Danny por este post, me he sentido muy identificado con el tema de la disciplina. Como tantas personas he crecido escuchando que mi potencial estaba siendo limitado por mi pereza, desde la secundaria hasta la universidad y no ha sido hasta que he dado con el mundo del producto cuando no he empezado a dar el 100% de mí y de todo lo que creo que puedo dar, ahora disfruto de cada segundo que invierto abriendo horizontes en una comunidad tan amena como ésta. Sin embargo, todo esto me hace preguntarme ¿Cuánto talento se desperdicia porque esa persona no ha dado con su pasión? ¿Es el sistema, la vida o como queramos llamarlo lo que está fallando que no es capaz de aprovecharlo? Conozco gente brillante que no da con su tecla, que su ingenio no va al mismo ritmo que su presente profesional... Y es cierto que nos alimentamos de la curiosidad y el que no quiere saber más está un poco más muerto por dentro pero este mundo con sus ritmos lo pone difícil.
Una vez más, gracias por tus reflexiones.